¿Eres de ducha caliente o fría?

¿Eres de ducha caliente o fría? 768 513 Priderma

¿Eres de ducha fría o caliente?
¿Cuál prefieres?

Ambas tienen ventajas e inconvenientes. Hay personas que no soportan las duchas frías y otras que tampoco les gustan las demasiado calientes. De todos modos, es probable que tu elección venga determinada por la estación del año en la que estemos,  en verano la podemos usar para refrescarnos y en invierno para calentarnos. Sea como sea, tampoco es bueno excederte con esta tarea de higiene personal debido a que tu piel puede resentirse.

Recomendamos lavarnos la cara y ducharnos con agua tibia. Eso es alrededor de 28-30ºC

El agua caliente pueda causar flacidez y resecar tu piel , aumentar el picor e incluso la aparición de dermatitis. Además tiene un efecto vasodilatador que empeora las arañas vasculares y favorece la aparición de rojeces.

El agua fría por el contrario ayuda a:

  • Tonificar
  • Cerrar poros y conservar los aceites naturales de la piel.
  • Mejora la circulación
  • Incrementa tu energía, porque las terminaciones nerviosas de la piel se activan como respuesta al frío.
  • Después de un entrenamiento duro, alivia la inflamación muscular.

Ducharse con agua fría tiene más beneficios que riesgos. No obstante, hay ciertas ocasiones cuando no se aconseja darte un chorro de agua fría.

Sobre todo, debería evitarse si ya tienes frío, ya que, lógicamente, el agua fría no ayudará a entrar en calor rápidamente. No obstante, esto tampoco significa que deberías ducharte con agua muy caliente en invierno, ya que el cuerpo tiene su propio termostato e intenta siempre equilibrar su temperatura interna con respecto a la externa. Por lo tanto, después de una ducha caliente, el cuerpo intentará bajar su temperatura interna, lo que te hará sentir más frío a los 20-30 minutos. Tampoco es una buena idea si estás enfermo o resfriado, ya que el agua fría puede ser demasiado dura para tu sistema inmunológico.

Cada tipo de ducha tiene sus ventajas y desventajas. Por lo tanto, lo más aconsejable es optar por una opción entremedias – la ducha templada – o bien, disfrutar los beneficios de ambos tipos de ducha.

Pero, ¿cómo? Hay dos opciones:

Ducha progresiva

Ésta es la mejor forma de bañarse con agua fría sin sentir frío. Consiste en empezar la ducha con agua tibia o ligeramente caliente e ir incorporando agua cada vez más fría de forma progresiva.

Se suele hacer en tres fases:

  • Primero, humedecer el cuerpo con agua caliente durante unos minutos. Sobre todo, las manos, los pies y el rostro que es donde se encuentran la mayor parte de los receptores térmicos del cuerpo.
  • Segundo, reduce ligeramente la temperatura del agua y empieza el aclarado (tras enjabonarse) con agua tibia y
  • Tercero, tras haber adaptado tu temperatura corporal al del agua, disminuye la temperatura del agua una vez más para terminar los últimos segundos con agua fría.

Saldrás de la ducha completamente renovado, ya lo verás.

Ducha de contraste

Es muy común en centros de spa y balnearios. En estos centros de bienestar suele haber un circuito recomendado donde se va pasando de una estación a otra. Es normal encontrarnos que después de la sauna finlandesa haya un pozo o una ducha con un cubo con agua helada. Esto es lo que se conoce como contraste. Pasar de inmediato de un lugar muy cálido a uno muy frío.

¿Por qué se hace esto? ¿Qué beneficios tiene?

El agua caliente abre los vasos sanguíneos y la sangre fluye por nuestro cuerpo con mayor facilidad. Por el contrario, el agua fría contrae los vasos sanguíneos. Esta variación se ha demostrado que ayuda a la regeneración de los músculos y los órganos, además de detoxificar. Lógicamente, también puedes tomar una ducha de contraste en tu propio hogar. Basta con alternar entre un minuto de frío y calor durante dos a tres ciclos. En otras palabras, enfrías el agua lo más posible y te quedas bajo ella durante un minuto. Cuando se acabe el minuto, cambia el agua a lo más caliente que puedas durante otro minuto. Así, habrás completado un ciclo.

¿Cuánto debe durar la ducha de agua fría o caliente?

La duración de una ducha con agua fría no debería  superar la duración de una ducha con agua caliente o templada. Según la Organización Mundial de la Salud, «la ducha debe limitarse a cinco minutos para un uso sostenible de agua y energía que no supere los 95 litros de agua de consumo medio diario».

Una señal de que estás pasando demasiado tiempo mojado es cuando se empieza a arrugar la piel. Esto se debe a que cuando pasamos mucho tiempo bajo el agua, la piel se deshidrata por, paradójicamente, pérdida de agua transepidérmica.

Por eso, los dermatólogos insisten que el tiempo bajo la ducha no debería superar los diez minutos.

Ahora ya lo sabes, así que la próxima vez que te duches, tenlo en cuenta!